El otro día (me gusta la imprecisión de este giro lingüístico) recordé a todas las mujeres que han pasado por mi vida. A todas y cada una de ellas. Recordé los momentos, los cabellos, los ojos, las sensaciones, las sonrisas, los gemidos, las palabras dichas y las que no, recordé las manos. Lo recordé todo y a todas. A las que vinieron buscando algo que no encontraron, a las que no pude dar lo que querían, a las que se fueron voluntariamente, a las que fueron cortésmente invitadas a irse, a las que se llevaron consigo a la fuerza algún pedazo de mi, a las que sucumbieron en la batalla, a las que ni están ni se las espera, y a las que se quedaron en la orilla esperando vete a saber que.
Que porqué el otro día recordé todo esto, pues supongo que porque vivo solo y porque tengo demasiado tiempo.
Que porqué el otro día recordé todo esto, pues supongo que porque vivo solo y porque tengo demasiado tiempo.
2 comentarios:
Se me estaban ocurriendo un montón de cosas que decir, si bien no tenía muy claro cómo hacerlo, pero la última frase disipó toda intención de comentar.
Te sobra tiempo?? yo nunca tengo demasiado tiempo. No por que esté estresada ni tenga demasiadas obligaciones, no sé por qué, pero siempre quiero más.
(Por lo demás, me encanta que seas tú quien escribas, creo que este faro me va a enganchar tanto o más que el jardín...)
No s� si se quedar� el comentario, ya te dije que esto me va muy mal.
En todo caso, me alegro que tengas nuevo blog, te leer�.
Yo hace tiempo que tengo 2 mas en mente, pero pfffffff, nunca me pongo a ello, pero no serian personales. Bueno, te dejo por el momento.
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