Paseaba el otro día por la playa cuando me encontré con un individuo que me hacía señas a lo lejos.
- Buenos días.
- Buenos días.
- ¿Qué hace usted por aquí?
- Se me ha estropeado la nave y he aterrizado en esta isla.
- ¿Aterrizado?
- Si. Vengo de otro planeta. Otro distinto a este.
Charlamos un rato de nuestras cosas y nos despedimos cordialmente prometiéndonos que para otra ocasión nos dedicaríamos más tiempo.
- Buenos días.
- Buenos días.
- ¿Qué hace usted por aquí?
- Se me ha estropeado la nave y he aterrizado en esta isla.
- ¿Aterrizado?
- Si. Vengo de otro planeta. Otro distinto a este.
Charlamos un rato de nuestras cosas y nos despedimos cordialmente prometiéndonos que para otra ocasión nos dedicaríamos más tiempo.
Al volver al faro le comenté al cormorán mi experiencia.
- Si, de otro planeta.
- Mira, como tú, que no sé de dónde vienes, no te pareces en nada a mí y todavía desconozco cómo somos capaces de entendernos. Pues eso, de otro planeta.
5 comentarios:
Algunas veces es más fácil entenderse con alguien de otro planeta que del propio.
Pero en eso esta la gracia, intentar comprendernos.
Me gusto mucho la historia que cuentas...tengo que decir que a mi me gusta más la gente de otro planeta jaja hace que todo sea más interesante
MOITOS BICOS!!!!!
Me adhiero a LUNAE, es muy interesante entablar relaciones con gente desconocida, donde no cuenta, para nada, el pasado de cada uno, es como explorar en un mar desconocido.
Lo diferente se compenetra mejor cuando aprendes de la gente del "otro planeta", me ha gustado
Un susurro
hay veces que nos entendemos mejor con los de fuera, con los que no nos conocen que con los que tenemos al lado.
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