No me diréis que no hay que tener valor eh.
P.S.: La temperatura media a la que fueron tomadas las fotos oscilaba entre los -5º y los -3º.
El otro día intenté resolver un sudoku. La primera vez que oí el palabro pensé que era una enfermedad de naturaleza desconocida:
- "Me he cogido un sudoku que me va a tener en cama toda la semana" o bien,
- "Fulano está ingresado, tiene sudoku".
No me dirán que no suena más a dolencia que a pasatiempo.
De todas maneras, sea enfermedad o divertimento, las consecuencias son idénticas. A la media hora de bregar con el jueguecito acabé con un dolor de cabeza tal que parecía que me había cogido un sudoku de los gordos.
Moraleja: Desconfiemos de los pasatiempos insólitos y de la industria farmacéutica.
Este fin de semana, en algún partido de fútbol un árbitro tuvo que pitar un fuera de juego. Uno de tantos. A un jugador cualquiera, que se limitó a bajar la cabeza y a moverse de modo automático por el campo. Un jugador que se encontraba en tierra de nadie. Fuera de juego.
Hoy paseaba por la isla, con la cabeza baja, de modo automático, pensando en esta vida que no quiero llevar, pensando en una hipoteca que no puedo pagar, en una mujer que no quiero y a la que estoy atado, en un trabajo monótono que me consume. De cómo yo también me encuentro en tierra de nadie. Fuera de juego.